10 - Descenso y retorno con gloria (1994-1995)

Crónica de una caída anunciada

El arquero Yorno, amenazado por los barras.

Luego de dos años muy flojos, Estudiantes empezaba la temporada 93/94 con la soga al cuello. La amenaza del descenso era una realidad y preocupaba a toda la familia pincharrata, que se encontraba en plena crisis, dividida. Antes del torneo Apertura 93, el plantel estaba en conflicto con los dirigentes por falta de pago, con huelgas y amenazas de los propios hinchas incluidas. 

Tras la derrota por 1 a 0 ante Gimnasia, por el primer partido de la Copa Centenario disputado el 26 de junio, el plantel decidió no entrenar en la semana previa a la revancha reclamando sueldos y premios atrasados. El entonces presidente, Ignacio Ércoli, presionó con poner a la cuarta división, por lo que los jugadores dieron marcha atrás y jugaron igual ya que con la recaudación del partido revancha cobrarían parte de lo adeudado. Además, el arquero Marcelo Yorno fue amenazado por parte de la hinchada. Con ese panorama, Estudiantes empató 0 a 0 con Gimnasia y en la ronda de perdedores cayó 1 a 0 contra Rosario Central y se despidió del torneo, sin triunfos y sin convertir goles. El barco estaba a la deriva, navegaba rumbo al naufragio...

Con 67 puntos, Estudiantes partió del último puesto de la tabla de promedios en compañía de Newell's. Un punto por encima estaba Argentinos Jrs. y con tres más que Estudiantes, Platense y Mandiyú. Para esa temporada llegaron Pedro Uliambre, los paraguayos Gabriel Gonzáles y Celso Guerrero y el uruguayo Nelson Cabrera. Bajo la conducción de Luis Garisto, que había asumido en el torneo anterior, el equipo tenía por delante un camino lleno de piedras cosechadas desde la temporada 85/86, cuando Estudiantes empezó a bajar su rendimiento en coincidencia con la salida de Eduardo Luján Manera, técnico del último equipo campeón en el Nacional 83. A partir de ahí nunca pasó del séptimo puesto y en sólo cuatro ocasiones se ubicó por encima de la mitad de la tabla.

Arriba: Marcelo Yorno, Alberto Boggio, Gonzalo Daniel Gaitán, Juan Marcelo Fontana,
& Edgardo Prátola. Abajo: Claudio París, Pedro Damián Uliambre,
José Luis Calderón, Rubén Capria, Nelson Alcides Cabrera, & Adrián Gustavo Paz.
Torneo Apertura 93, fecha 18, vs Lanús 2-0, en el Hirschi.

La tendencia se acentuó en las temporadas 91/92 y 92/93. El orden y la disciplina, características históricas del club, se habían perdido. La inestabilidad política y económica se trasladó a lo futbolístico, donde los técnicos cambiaban tan rápido que, a excepción de Garisto, ninguno llegó a durar un campeonato entero. Así, de la mano de Humberto Zuccarelli primero y Eduardo Flores después, Estudiantes terminó 17° en el Apertura 91 y ocupó la misma posición en el Clausura 92 bajo la sucesiva conducción de Flores, Juan Ramón Verón y Daniel Romeo. Durante ese año no ganó ningún partido de visitante y sumó apenas 28 goles a favor. El promedio ya empezaba a preocupar. El equipo finalizó 17° en la tabla de promedios con 102 puntos igual que Talleres, delante de los descendidos Unión y Quilmes.

Con la llegada de Garisto en la temporada 92/93, el equipo encontró un poco más de regularidad. La goleada 5 a 1 frente a Racing el 14 de marzo de 1993 por la quinta fecha del Clausura 93 fue el punto más alto de un equipo que con esa victoria llegaba a la punta y quería olvidarse de los promedios. Aquella tarde en 1 y 57 brillaron el uruguayo Adrián Paz (autor de un gol) y Rubén Capria (hizo dos).

Revista El Gráfico N° 3832. Nota del partido Estudiantes 5 vs Racing 1.

Estudiantes 5 vs Racing 1. Goles del encuentro.

Sin embargo, Estudiantes se cayó y finalizó 13° con 18 puntos que sumados a los 20 del Apertura 92 lo dejaron 16° en la tabla de los promedios con un total de 106 unidades, delante de Platense (105), Argentinos Jrs. (104) y los descendidos Talleres (97) y San Martín (30 en una temporada).

Como muestra de que el partido con Racing fue una golondrina de verano, en la fecha siguientes (N° 6) Estudiantes visitó a Platense. Y si bien el partido terminó 1 a 1, el Calamar le dio un baile bárbaro al Pincha que terminó empatando de pura casualidad.

Platense 1 vs Estudiantes 1. Resumen y goles del partido.

Deudas con el plantel, amenazas de los hinchas, dirigentes divididos, un técnico (Garisto) que casi se va antes de comenzar el torneo y un promedio escalofriante. Así arrancó Estudiantes la temporada 93/94 en la que no había margen para el error, era imperioso pisar fuerte desde el principio. Pese a empatar 0 a 0 con Boca en La Bombonera en la primera fecha, el equipo ganó apenas un encuentro de los primeros 12. En la décima cayó como local 2 a 0 en el clásico ante Gimnasia, lo que precipitó la salida de Garisto. Higinio Restelli lo reemplazó interinamente en la derrota 3-1 con Huracán y luego llegó Eduardo Solari, que anduvo bien (terminó invicto), pero no duró mucho ya que se fue con su hermano Jorge a dirigir a la selección de Arabia Saudita y Estudiantes ocupó el último puesto con 14 puntos.

Luego de un breve interinato de la dupla Restelli-Héctor Vargas, la posta la tomó Enzo Trossero, casi obligado a salir campeón del torneo Clausura 94 para evitar el descenso. Tras un buen comienzo con tres victorias (incluido un 2 a 0 frente a San Lorenzo en el Nuevo Gasómetro), un empate y una derrota, en la sexta fecha perdió 3 a 0 con Central en Rosario y comenzó una racha adversa de nueve partidos sin ganar, que incluyó la caída 2 a 1 en la undécima fecha ante Gimnasia.

Arriba: Juan Marcelo Fontana, Marcelo Yorno, Daniel Pighín, Gonzalo Daniel Gaitán,
Diego Raúl "Coco" Capria, & Edgardo Prátola. Abajo: Gabriel "Loco" González,
José Luis Calderón, Rubén Capria, Nelson Alcides Cabrera, & Adrián Paz.
Torneo Clausura 94, fecha 6, 30-04-94, vs Rosario Central 0-3 en Arroyito.

En el partido siguiente perdió como local ante Huracán por 3 a 1 y Trossero se fue. Héctor Vargas dirigió en la derrota 4 a 0 con Vélez en el Amalfitani, Roberto Ávalos lo hizo en el empate 0 a 0 en La Plata con River y Vargas volvió para el partido con Gimnasia y Tiro de Salta por la fecha 14, encuentro que merece un párrafo aparte.

Gimnasia y Tiro de Salta 3 vs Estudiantes 2, Fecha 14, 25/07/1994-

Estudiantes ganaba 2 a 0 hasta los 21 minutos del segundo tiempo (goles de Rubén Capria y Carlos Russo en contra), pero Gimnasia logró ponerse 2 a 2 y con un hombre menos por la expulsión de Russo se quedó con la victoria por 3 a 2. Vargas se fue y asumió la dupla Restelli-Ávalos. Con tanto cambio de técnicos era imposible que el equipo pudiera tener alguna idea clara. Aunque las cuentas todavía no estaban cerradas, la suerte parecía echada. El clima en La Plata era irrespirable y se pedía la cabeza de varios jugadores: Yorno, Erbín, Iribarren, París, Rubén Capria y Calderón estaban en una lista negra que se manejaba en las sombras.

Luego de empatar 0 a 0 con Ferro en la fecha 17, Estudiantes quedó a cuatro puntos de Mandiyú, con cuatro en juego. Estaba obligado a ganar los dos partidos que quedaban. Sin embargo, el empate 3 a 3 contra Lanús en la ante última fecha marcó el descenso a la B Nacional. 

Lanús 3 vs Estudiantes 3. Goles del partido.

Diego Capria, Calderón y Adrián Paz no pueden contener el llanto.

Un hincha de Estudiantes no tiene consuelo ante el descenso.

A pesar de la tristeza y el dolor por el descenso, el último partido en 1 y 57 fue una verdadera fiesta. Estudiantes le ganó a Racing 4 a 0 y al final del partido los jugadores fueron retirados en andas por los hinchas, como un presagio de lo que pronto vendría.

Estudiantes 4 vs Racing 0. Último partido en primera división.

Tras 41 años en Primera, Estudiantes descendía por segunda vez en su historia. Y a diferencia de la vez anterior, ahora descendía por méritos propios. El difícil desafío de la B Nacional esperaba. Un equipo que sorprendería a todos y que haría historia.

Un grande siempre vuelve

Dos días después del empate con Lanús, la dupla integrada por Miguel Ángel Russo y Eduardo Luján Manera ya había sido designada para emprender el difícil camino de retorno. Era una apuesta fuerte y no se podía improvisar. Había mucho para perder y poco para ganar, el futuro parecía incierto y lleno de obstáculos.

"El hincha de Estudiantes no conoce lo que representa la B Nacional porque está acostumbrado a otras cosas. Serán otras canchas, otro público, otros árbitros y otros rivales, todos muy bravos. Por eso digo que la clave estará en la humildad. Sólo podemos prometer trabajo" (Declaraciones de Eduardo Luján Manera, en "Estudiantes 100 Años", Ed. Clarín, p. 98).

Eduardo Luján Manera y Miguel Angel Russo.

El desafío más importante para la dupla era volver a unir a la comunidad pincharrata. Era fundamental que dirigentes, cuerpo técnico, jugadores e hinchas se aglutinaran detrás de un objetivo común. Había que volver a la esencia de Estudiantes, recuperar la vieja escuela, la mística perdida. "La refundación de Estudiantes", esa fue la frase de Russo para unir al pueblo albirrojo. Con esa premisa fundamental se empezó a armar el equipo para volver al fútbol grande de la Argentina.

De la formación que jugó contra Lanús el día del descenso, sólo siguieron Rubén y Diego Capria, José Luis Calderón, Edgardo Prátola y Claudio París. Del plantel también se quedaron Gastón Sessa, Juan Fontana, Néstor Soria, Gastón Córdoba, Martín Palermo y un muy joven Juan Sebastián Verón, que terminaría siendo uno de los pilares del equipo.

Rubén Oscar "Mago" Capria.

Juan Sebastián Verón en el Nacional B.

Con tan pocos profesionales en el club, había que salir a buscar los refuerzos adecuados para armar un equipo competitivo. Una de las apuestas fuertes de la dupla fue la del arquero Carlos Gustavo Bossio. A cambio de 750.000 dólares, "Chiquito" llegó desde Belgrano de Córdoba acompañado por el experimentado Luis Sosa, veterano de mil batallas que ya había ascendido con Chaco For Ever y Belgrano. Lo de Bossio fue superlativo, al punto que su paso por Estudiantes lo catapultó a la Selección Nacional que dirigía Daniel Passarella. Otra llegada importante fue la de Juan Manuel Llop, que rescindió su contrato con Newell's y apostó por Estudiantes. Su función era clara: sería el líbero y, por su experiencia, un hombre clave para sostener al equipo desde la defensa.

El arquero Carlos "Chiquito" Bossio.

Luis Ernesto "Chiche" Sosa.

Con menos cartel llegaron Andrés Galeano, Mariano Armentano y Leonardo Ramos, todos a préstamo de Vélez, y Alejandro Méndez de Morón. Desde Paraguay se sumaron Domingo Soriano Arévalos, Adelio Salinas y Eumelio Palacios y dos argentinos que estaban en aquel país: el arquero Andrés Noguera y Ricardo Rojas. El último en incorporarse fue Manuel Santos Aguilar, proveniente de All Boys, con el campeonato ya en marcha.

Ricardo Ismael Rojas.

Manuel Santos Aguilar.

Leonardo Ramos, lateral-volante del equipo.

El debut de Estudiantes se produjo como local en la cuarta fecha (los equipos descendidos arrancaron después por cuestiones de calendario). El rival era Chacarita, recién ascendido de la B Metropolitana. Al término del primer tiempo, el equipo perdía 1 a 0. Los jugadores llegaron al vestuario en silencio y con las cabezas bajas. "Bienvenidos al Nacional B", les dijo Russo, que ya tenía dos ascensos con Lanús encima. Al final fue 1 a 1. Parecía que el camino de retorno iba a ser por demás complicado. Sin embargo, a pesar de que el equipo se fue armando sobre la marcha, los resultados empezaron a llegar y todo se hizo más fácil. Bajo las banderas del orden, la solidaridad y el esfuerzo, se formó un conjunto sólido, contundente y disciplinado, en el que cada jugador sabía muy bien lo que tenía que hacer.

El equipo del debut frente a Chacarita, 1 a 1, 4° fecha, La Plata, 18/09/1994.
Arriba: Leonardo A. Ramos, Galeano, Carlos Gustavo Bossio, Diego Capria,
 & Leonardo Gastón Squadrone. Abajo: Claudio París, Juan Manuel Llop, Rubén Capria, 
José Luis Calderón, Mariano Armentano, & Alejandro Méndez.

La base estaba integrada por Bossio (cuando se iba a la Selección era reemplazado por Noguera), Llop de líbero, Prátola y Rojas como stoppers, Ramos aportaba dinámica por la banda derecha y Aguilar por la izquierda, con el "Rulo" París como volante tapón. La claridad de Verón le daba juego al mediocampo y la sutil y exquisita zurda de Rubén Capria se encargaba de asistir a los delanteros y convertir algunos goles de antología, como el que le hizo a Colón en Santa Fe por la séptima fecha, cuando dejó a varios rivales en el camino y acomodó la pelota contra un palo. El Mago fue uno de los puntos más altos de aquel equipo, por rendimiento y por brillantez. Se la jugó por Estudiantes luego de ser resistido por parte de los hinchas en el último tramo de Primera. Antes de empezar el campeonato, Capria tenía ofertas para irse (se hablaba de Boca, San Lorenzo y Colo Colo), pero decidió quedarse y ponerle el pecho a la situación con pases de magia y 17 goles. En la delantera, Calderón era inapelable. Fue el goleador del equipo con 26 tantos, a tres de Alejandro Abaurre, máximo artillero de la temporada. Lo acompañaban Armentano o Arévalos, que entre los dos hicieron 11 goles.

José Luis Calderón (23 goles en la B).

Mariano Armentano (10 goles en la B).

Desde esa base, París y Prátola merecen una mención especial. El primero porque llegó a pasarla muy mal antes del descenso, con pintadas amenazantes en la pared de su casa ante su bajo rendimiento. En el Nacional fue el patrón de la mitad de la cancha, por despliegue, quite y distribución. El segundo porque dejó atrás las expulsiones y se comió a cuanto delantero se le cruzaba. Con menos participación, también aportaron lo suyo Diego Capria, Luis Sosa, Juan Manuel Azconzábal, Martín Palermo, Ariel Zapata y Gastón Córdoba, entre otros.

Martín Palermo en el banco de suplentes.

Con todos esos nombres se armó un conjunto inolvidable, histórico. Aquel Estudiantes se quedó con el récord de puntos conseguido por un equipo en la B, con 65 unidades, superando al Deportivo Armenio de la temporada 86/87, que había hecho 62. Además le sacó 11 puntos de ventaja a su escolta, Atlético Rafaela, y se consagró campeón cinco fechas antes del final...

Estudiantes 1 vs Gimnasia y Tiro 0 - Previa y festejos. TV Selectiva.

La definición llegó el 12 de mayo de 1995, 265 días después de aquella tarde llena de lágrimas y tristeza en la cancha de Lanús. Ese viernes a la noche, Estudiantes le ganó 1 a 0 a Gimnasia y Tiro de Salta con gol de Calderón y desató la locura en La Plata, aunque para el festejo definitivo hubo que esperar un día. El sábado, Rafaela empató 0 a 0 con Atlético Tucumán y así el pueblo de Estudiantes descargó toda su alegría, y también su bronca contenida, por las calles de La Plata, como en los mejores tiempos del equipo multicampeón de Osvaldo Zubeldía o el bicampeón de 1982/83. Uno de los peores momentos en la rica y gloriosa historia de Estudiantes había quedado atrás. Era tiempo de volver a Primera, el lugar que le corresponde.

"Estudiantes de Primera" - Resumen de goles de la campaña en el Nacional B.

El plantel completo celebra el ascenso.

Capria, París, Ramos, Calderón, Verón, Aguilar, Azconzábal y Armentano.

Gira por Grecia

Semanas después del meteórico ascenso, el plantel de Estudiantes de La Plata fue invitado a una gira para jugar tres partidos en Grecia. 

Disputó un torneo triangular, de carácter amistoso, contra Panatinaikos de Atenas y Tigres de la UANL de México (fue empate, en ambos, 0-0). Y, en el último encuentro de preparación, derrotó a Aris Salónica por 1-0.

* La fuente principal de esta entrada es Estudiantes 100 Años, libro de colección editado especialmente por el Diario Clarín, en agosto de 2005, salvo indicación en contrario.

Las imágenes son de fuentes varias.