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sábado, 4 de abril de 2015

06 - El súper campeón de Zubeldía (1965-1970)


En esta entrada analizaremos la perfomance del equipo de Zubeldía sólo en los torneos locales de la AFA. Las epopeyas internacionales, que llenaron de gloria las páginas de nuestra historia, se revisarán en la entrada 17 - Estudiantes y las Copas (I): La era de Zubeldía

También analizamos aquí las giras y partidos internacionales amistosos, por su característica de partidos o torneos NO oficiales, que servían más bien de entrenamiento que de verdaderas competencias.


Osvaldo Zubeldía... el zorro


Hubo una etapa pre-Zubeldía en Estudiantes que reconoce algunos hitos. La sorpresiva aparición en primera de dos chicos de 18 años en 1962, Eduardo Flores y Juan Ramón Verón; la de otro chiquilín, Carlos Oscar Pachamé en 1963; la llegada al club de Raúl Horacio Madero en 1963; el reemplazo de Juan José Negri por Miguel Ubaldo Ignomiriello, en la conducción de las divisiones inferiores el primer día hábil de abril de 1963 y la formación de la tercera división que fue subcampeona en 1964 y campeona en 1965, cuya alineación habitual era ésta: Poletti; Aguirre Suárez y Malbernat; Manera, Mateos y Pachamé; Echecopar, Mercerat, Bedogni, Flores y Verón (como vemos, antes de Zubeldía, todavía se jugaba con el viejo sistema 2-3-5). El técnico de la primera, Cacho Aldabe, se desvinculó en diciembre de 1964.

Fotografía fue tomada por Pellizeri el 21 de marzo de 1964.

Como cita Eduardo Rafael ("Estudiantes 100 Años", Ed. Clarín, 2005, p. 42) la relación entre Zubeldía y el pincha comenzó extrañamente con un desencuentro. "Practicó Estudiantes; silbaron a Zubeldía", titulaba un diario de febrero de 1965. La noticia agregaba:
"Durante un simple match de adiestramiento entre el once superior y la tercera división, alrededor de dos mil socios y simpatizantes, tras haber finalizado el cotejo igualado en cuatro goles, se desató en críticas, silbidos e improperios contra el flamante coach, sugestionados quizá por los cuatro goles con que los irreverentes chiquilines de la tercera retrucaron a los grandes de la primera".
Zubeldía había llegado a Estudiantes unos días antes contratado por el presidente del club, Mariano Mangano, y los dirigentes Rubén Lachaise y Santiago Bianchetti. Era un técnico joven –38 años– que había mostrado su capacidad en Atlanta (1960-1963) y en un paso fugaz por Vélez Sársfield (1964). Si bien fue un jugador "mediocre", de esos que no trascienden, llegó a jugar en Boca Juniors (1956-1958). Pero el DT ya asomaba por sobre el jugador y el año 1960 lo sorprendió jugando los sábados para Banfield y dirigiendo los domingos a Atlanta.

Zubeldía en su época de jugador de Boca Juniors.

Un DT diferente 


En 1958, la Selección Argentina de fútbol volvió a participar de las Copas del Mundo luego de 24 años. Aquel retorno terminó en un rotundo fracaso deportivo, ya que el conjunto argentino perdió dos de sus tres partidos y quedó eliminado en primera ronda, tras caer 6 a 1 ante Checoslovaquia. Tras la derrota, los fanáticos y la prensa parecieron comprender que en Argentina no se jugaba el mejor fútbol del mundo como se presumía y asomó un nuevo discurso en la prensa, que proponía una suerte de “modernización” de la forma de jugar a la pelota. Las nuevas ideas buscaban dejar atrás la gambeta y el pase corto característicos de los futbolistas locales, para concentrarse en mejorar las tácticas y la preparación de los equipos.

Osvaldo Zubeldía sería el encargado de transmitir a sus jugadores los valores asociados a ese discurso de la modernidad que circulaba en el fútbol argentino de la época, como el trabajo, la disciplina, el rigor y la buena preparación física.

Apremiados por el escaso promedio que dejaba al equipo en un riesgo cierto de descenso, los dirigentes de Estudiantes lo contrataron el 15 de enero de 1965. Necesitaban resultados, Zubeldía ofreció trabajo. Su plan era simple: trabajo, sacrificio, vivir por y para el fútbol. Hoy lo llamarían un técnico "intenso".


Pretemporada 1970 - Jorge Solari, Juan Ramón Verón y Bilardo.
Atrás, el profe Jorge Kistenmacher supervisa los movimientos.

Zubeldía contó al principio con la colaboración de su amigo y es compañero en su etapa de jugador en Vélez, Argentino Geronazzo y del profesor Jorge Kistenmacher, en la preparación física de un plantel cuya elección fue la primera gran responsabilidad que asumió el nuevo técnico. 

La decisión fue tan rápida como el rechazo que produjo entre los hinchas. Confirmó en primera a sólo 3 jugadores de los que estaban en el club: Miguel Ángel López, Cheves y Madero; promovió a 4 chicos de la tercera división: Poletti, Malbernat, Flores y Verón; y solicitó y logró la incorporación de 5 jugadores: Carlos Bilardo (del Deportivo Español), Enry Barale (Boca), Hugo Spadaro (Sarmiento de Junín), Roberto Santiago (Independiente) y Marcos Conigliaro (Chacarita).

La fór­mu­la del éxi­to no era muy com­ple­ja. Es­tu­dian­tes pre­sen­ta­ba un gran equi­li­brio en las pres­ta­cio­nes de sus ju­ga­do­res (ver re­cua­dro) y es­ta­ba orien­ta­do por un téc­ni­co que co­men­zó a pres­tar­le aten­ción a lo que otros no mi­ra­ban. Zu­bel­día fue un pio­ne­ro en va­rios ru­bros: jun­to a Adol­fo Mo­gi­levsky y Pa­blo Amán­do­la ha­bía in­tro­du­ci­do unos años an­tes las con­cen­tra­cio­nes lar­gas, las pre­tem­po­ra­das y los entrenamientos en do­ble tur­no. Ade­más es­tu­dia­ba a los ri­va­les y les da­ba mu­cho es­pa­cio a las ju­ga­das con pe­lo­ta de­te­ni­da. Les cam­bia­ba el nú­me­ro tra­di­cio­nal a los ju­ga­do­res pa­ra con­fun­dir a los ri­va­les y también a los pe­rio­dis­tas. Y has­ta in­no­va­ba con las po­si­cio­nes: a la Bru­ja Ve­rón, clá­si­co wing izquierdo, cri­ti­ca­do por la pla­tea es­tu­dian­til en sus co­mien­zos por ex­ce­sos de gam­be­tas, en al­gu­nas oca­sio­nes lo ha­cía ju­gar un tiem­po por la pun­ta iz­quier­da y otro por la de­re­cha, siem­pre le­jos de la pla­tea cri­ti­co­na.

Varios jugadores recuerdan la resistencia de la tribuna:
Juan Ramón Verón: "El primer acierto de Osvaldo fue respaldarnos a pesar de las críticas. A mí, la platea me tenía bronca. Decían que era un morfón porque me gustaba gambetear y entonces Osvaldo me cambiaba de punta para que no oyera los insultos. Así jugaba un tiempo de wing derecho y el otro de izquierdo, siempre en el sector más alejado de la platea oficial".
Carlos Bilardo: "Mi problema fue el número en la espalda. Santiago llevaba el 8 y a mí me daban el 7. La gente estaba acostumbrada a que el 7 fuera wing y a mí, que jugaba de volante, se pasaban toda la tarde gritándome que me tirara a la punta".
Carlos Pachamé: "Madero era el 5 titular y yo entré a disputarle el puesto. Osvaldo encontró muy rápido la solución para que los dos quedáramos conformes: Raúl jugaba cuando éramos locales y yo de visitante".

La Tercera que Mata


El proceso histórico que llevó a Estudiantes de La Plata a coronarse como Campeón del Mundo está íntimamente ligado al trabajo en las divisiones inferiores. De ese semillero surgió un equipo que también hizo historia, al que todos llamaban "La Tercera que Mata". Un plantel de jóvenes valores que salió subcampeón en el Torneo de la divisional 3° en el año 1964; Campeón de la misma categoría en 1965; Campeón en el Torneo de Reserva de 1966, para aportar 20 de los 25 jugadores que conformaron el plantel de la primera división de Estudiantes que se coronó Campeón Intercontinetal de clubes en 1968, después de haber ganado el Metropolitano de la AFA, en 1967, el subcampeonato en forma invicta del Nacional del mismo año y el título de la primera Copa Libertadores de América en 1968. Lo que se dice un grupo excepcional de jugadores. Repasemos primero su historia, antes de entrar a analizar las campañas del equipo de Zubeldía.

Don Miguel Ignomiriello: el DT


En los primeros años de la década del 60, más precisamente en 1963, fue incorporado para dirigir en forma total las divisiones inferiores, desde la novena hasta la tercera, un joven director técnico que había estado transitoriamente en Gimnasia y que abrazaba un proyecto integral y revolucionario para el fútbol de un club. Era Miguel Ubaldo Ignomiriello.
"Por iniciativa del contador Mario César Martínez me incorporé a Estudiantes en 1963. Yo venía de trabajar en Gimnasia y la verdad es que pensaba dejar el fútbol, porque en ningún lado podía aplicar un proyecto que venía madurando desde hacía tiempo. Pero me presenté a Don Mariano Mangano, le expuse mis ideas, y el gran Presidente me dio un apoyo total. Y fue Mangano quien incentivó mi pasión por el fútbol, el que a los 35 años había pensado abandonar.
Fue así que puesto en funciones al frente de todas las divisiones inferiores, comencé a poner en práctica un organigrama de trabajo con el apoyo total e incondicional de los directivos encabezados por Mariano Mangano. Y se hicieron una cancha auxiliar, frontón, cajón de arena, iluminación de la cancha donde jugaban las inferiores de todas las divisionales, utilería, sala de recuperación de lesionados, consultorio médico y oficinas para el fútbol juvenil. Se podía trabajar con todas las comodidades. Todos estábamos convencidos que en las divisiones inferiores estaría el futuro de la entidad." (Miguel Ubaldo Ignomiriello; en "La Historia de Estudiantes de La Plata, Eds. Atlántica, T. I, p. 159-160).
Don Miguel Ubaldo Ignomiriello.

Ignomiriello tenía una vasta trayectoria en el fútbol: había estado antes en Gimnasia y en Arsenal de Sarandí, para pasar por Estudiantes en 1954, volver a Gimnasia y recalar definitivamente en Estudiantes a partir de 1963, donde encontró en la dirigencia encabezada por Mariano Mangano, todas las condiciones para desplegar un trabajo excepcional.

A Miguel Ignomiriello lo acompañaron en aquella etapa extraordinaria, los delegados Carlos Amado Fares, Oscar Fernando Urruchúa y Enrique Mónico; el profesor Carlos Cancela como preparador físico y los doctores José Francisco Solari y Oscar Moviglia, a cargo de departamento médico-deportólogo. Todos ellos preparaban y buscaban elementos en los distintos rincones del país a los efectos de completar el que de por sí era un plantel riquísimo.

En 1963, por una reestructuración de los Torneos de la AFA, se eliminaron temporalmente los descensos. Ante aquella circunstancia, directivos como Mangano, Lachaise y Mario Martínez, y los integrantes del cuerpo técnico de la entidad, concluyeron en que esa era la etapa ideal para trabajar con intensidad junto a un grupo de jugadores seleccionados y así forjar el futuro de Estudiantes, justo en el momento en que otros equipos dejarían de trabajar con intensidad dado que no habría descenso de categoría por algunos años.

Así, en silencio, se dio inicio en Estudiantes a un trabajo "hacia abajo", que años más tarde revolucionaría el fútbol mundial. El equipo de primera no mostraba nada, pero los chicos de abajo empujaban con la fuerza de un tifón.

En las inferiores dieron comienzo las becas, subsidios para jóvenes valores, algunos provenientes del interior del país y otros de nuestra propia región, que de esa forma podrían dedicarse íntegramente a la práctica del fútbol, mejorando sus condiciones físicas y técnicas, y de disciplina deportiva.

También, por primera vez en el país, se daba lugar a las jornadas dobles de trabajo para futbolistas de categorías menores, al tiempo que se posibilitaba que un equipo juvenil preliminarista pudiera comenzar a habituarse a todo lo relacionado con el fútbol profesional.

Comenzaron a desarrollarse también para los menores, las concentraciones, las que tenían lugar en Chascomús, con muchachos provistos de varios juegos de equipos deportivos, ya que en esa etapa se proveía a los jóvenes valores de botines, zapatillas, canilleras, vendas elásticas, conjuntos deportivos para viajes y pelotas, todo en el marco de un duro entrenamiento físico.

Paralelamente, se les ofrecía a aquellos muchachos charlas de educación sexual, anti-tabaquismo, anti-alcoholismo, se concurría al teatro y al cine para analizar obras determinadas, y hasta se practicaban diálogos con micrófonos a los efectos de preparar a quienes luego jugarían en el círculo superior, en actividades futuras.

En aquellos años, también Estudiantes contaba para su principal capital con personal especializado que enseñaba a aquellos jóvenes a comportarse en una mesa para almorzar o cenar, como tomar los cubiertos, las copas, etc. Claro que también –y permanentemente– se hablaba de fútbol, se miraban partidos internacionales y se llevaba a las canchas a observar las visitas que efectuaban planteles extranjeros, entre ellos el de Santos, el Milan, Peñarol y Real Madrid, que por aquellos años visitaban el país para jugar decisivos encuentros de las copas Libertadores e Intercontinental. Se formaba, en definitiva, a futuros profesionales que habrían de desenvolverse en un cuadro de permanente exigencia.

Osvaldo Zubeldía y Rubén Lachaise.

Muchos atribuyeron en fenómeno en que años después desencadenaría todo este proceso, a la casualidad. A que se habían dado en Estudiantes, fortuitamente, una serie de circunstancias que desembocaron en lo que desembocó. Pero como vemos, nada más alejado de la realidad. Porque quienes a la postre fueron Campeones del Mundo habían comenzado a prepararse muchos años antes en el marco de un plan minuciosamente trazado y ejecutado, totalmente inédito para el fútbol argentino. Un proyecto largamente amasado y pensado por hombres realmente excepcionales, por dirigentes con mayúscula como lo fueron Don Mariano Mangano, Mario Martínez, Lachaise, Bianchetti, Otero y tantos otros que los acompañaron en la durísima tarea de darle forma a un equipo Supercampeón.

El semillero del Supercampeón


En aquel equipo de "La Tercera que Mata" estaban Alberto José Poletti, Gabriel Mario Flores, Armando Lozano y el Bebe Espinosa como arqueros; entre los defensores estaba Eduardo Luján Manera, quien era el capitán del equipo, Néstor Demarta, Ramón Alberto Aguirre Suárez, Julio Santella, Oscar Malbernat y Raúl Forteis (quien luego saldría campeón con la primera de Chacarita, en 1969); meciocampistas como Hugo Norberto Mateos, Carlos Pachamé y Carlos Maschio, y delanteros como Enrique Horacio Flores (wing derecho) y Eduardo Raúl Flores, el "Bocha" que jugaba tanto de insider izquierdo como de centrodelantero.

Ramón Aguirre Suárez, Alberto Poletti y "Cacho" Malbernat.

Integraban también aquel plantel, entre otros, Hugo "Tato" Medina, Omar Néstor Del Curto, Eduardo Cremasco, Hugo Mario Mercerat, Rodolfo Orife (También campeón en Chacarita junto a Forteis, y luego goleador en España), Alberto Reyes, Rubén Bedogni, Enrique Cavoli, Omar Cullerton, Juan Carlos Muñoz, el "Piojo" Zibechi, Juan Echecopar y Humberto Zucarelli.

Aquel equipo que había comenzado a formarse en 1963, con valores llegados desde distintos rincones del país, había comenzado el campeonato de la divisional en 1964 en forma arrasadora y dando la ventaja de que varios de sus integrantes, la mayoría, tenían edad de cuarta división. Pero aquella tercera había finalizado la primera rueda del certamen organizado por la AFA comandando la tabla de posiciones. Se había mantenido invicta, inclusive, hasta la duodécima fecha, cuando cayó derrotada por Newell's Old Boys. Pero el equipo continuó siempre prendido en las primeras posiciones, hasta perder el campeonato en la última fecha frente a Rosario Central.

En el 65, campeones de punta a punta


A pesar de aquella derrota, el grupo no se desmembró. Y por aquel año de ventaja que daban casi todos sus integrantes, aquel grupo pudo competir otra temporada en tercera división. Se jugaría el certamen de 1965 y allí sí que no habría ventajas. El trabajo para dar batalla en ese certamen dio comienzo el 6 de enero de 1965, trabajo que incluyó también una metódico tarea psicológica que finalmente dio sus frutos, ya que se punteó el torneo desde la primera hasta la última fecha, coronándose como un indiscutido Campeón.
"Había que transformar a aquellos jugadores para que pudieran enfrentar a los equipos grandes de la divisional, superpoblados de figuras, de igual a igual y sin temores. Para eso decidimos comprar camisetas de Boca, de River, de Independiente, etc., para en las semanas previas a esos enfrentamientos, practicar con adversarios vestidos con esas camisetas, y ir preparando mente y espíritu para ganar. Inclusive, cuando jugábamos de visitantes, tratábamos de salir al campo de juego después que nuestro rival de turno, y bien vestidos, si era posible con saco o equipos deportivos impecables, para llamar la atención de los rivales y así imponer respeto. Eran detalles que parecían insignificantes, pero que servían para ganar parte de la batalla [...] También trabajamos mucho en la parte técnica cada jugador con su pelota, y en la parte física, a cargo del profesor Carlos Cancella, un profesional notable, imponiendo el doble turno, único equipo que lo hacía en el país. Al final todo dio resultado, ganamos el título del 65." (Miguel Ignomiriello, en "Historia de Estudiantes de La Plata", Eds. Atlántica, T. I, pp. 200-201)
Con algún drenaje hacia la Primera –aquella tercera sacrificaba parte de su poderío al entregarle al equipo superior valores como Malbernat, Eduardo Flores, Verón y Poletti– desarrolló igualmente una campaña notable. En 34 encuentros obtuvo 53 puntos, fruto de 24 victorias y 5 empates, cayendo en los 5 lances restantes. Y estableciendo diferencias claras. Le ganó, por ejemplo, a Independiente 3 a 0 en Avellaneda y 5 a 1 en La Plata; a Banfield 2 a 0 en casa y 5 a 1 allá; a Ferro Carril Oeste 3 a 0 y 3 y 1 aquí y allá; a Huracán 4 a 1 y 4 a 2; a Lanús 2 a 0 y 6 a 1; a Vélez Sársfield 6 a 0 y 2 a 0. Era una aplanadora, un equipo que mataba.


1965


En 1965 el equipo hizo una buena campaña. Terminó en la quinta posición, a salvo del descenso, con un promedio mucho más aliviado. Y además, con un capital invaluable: el convencimiento de la verdad que pregonaba el técnico.

Diario El Plata, lunes 19 de mayo de 1965. Triunfo ante Huracán.

Gira americana


A mediados de diciembre de 1965, el Estudiantes de Zubeldía inició una nueva gira en su historia por el continente americano, gira que los protagonistas mencionaban como "definitiva" para la consolidación del equipo.

La misma duró hasta mediados de febrero de 1966, con encuentros versus equipos y /o seleccionados peruanos, costarricenses, salvadoreños, guatemaltecos, hondureños y nicaragüenses. Uno de los encuentros en tierras “ticas” (tercera vez en su historia visitando dicho país) fue contra el campeón vigente, Saprissa, a estadio lleno, el 26 de diciembre.

El encuentro, de carácter nivelado entre ambos teams, fue 1-1. El tanto pincha quedó a cuenta de Conigliaro, de pelota parada (quien luego se desgarraría).


Síntesis


ESTUDIANTES LP 1: Poletti, Cheves, Barale, Malbernat, López, Madero, Escos, Santiago, Conigliaro (Echecopar), Flores y Verón. DT: Osvaldo Zubeldía.

SAPRISSA 1: Pérez, Solano, Elizondo, León, Cortés, Einkel, Marín, Umaña (Monge), Cuca, Hernández y Zuñiga.

Partidos en Costa Rica

  • Estudiantes-Saprissa 1-1 (26 de diciembre).
  • Estudiantes-Alajuelense 1-1 (28 de diciembre).
  • Estudiantes-Herediano 3-2 (30 de diciembre).

Partido en Nicaragua


Estudiantes de La Plata enfrentó a la Selección Nacional de Nicaragua el 9 de enero de 1996. El partido se disputó por la tarde en el Estadio Nacional y fue victoria de la Selección nicaragüense por 2 a 1, con goles de Luis Goyén y Salvador "Chava" Ávila, de penal (N) y Juan Echecopar (E).

La Prensa (Nicaragua): El día que cayeron los Che


1966


Ese año el equipo terminó en la séptima ubicación. El año sirvió para armar lo que sería el plantel definitivo. Los chicos de la tercera que mata, como se identificó a los campeones de esa división, se consolidaron en forma definitiva. La filosofía del trabajo ya estaba instalada en forma definitiva. Tanto la del convencimiento, como la de la persuasión.

Hubo un triunfo sobre Boca, en La Plata, con un gol espectacular de Juan Echecopar sobre la hora: "Todos los periodistas querían que contara el gol y a mi me daba vergüenza. Había gambeteado a Marzolini dos o tres veces pero no podía contarlo, me parecía una falta de respeto hacia Silvio. Después salieron unos tipos a decir que había que levantar un monumento a ese gol y mis compañeros me volvieron loco con ese tema durante un montón de días", se cansó de repetir el goleador.


Insólito e irrepetible


Poco después llegó un partido clave: contra el campeón, Racing, y en Avellaneda, donde llevaban dos años sin perder. En largas charlas se discutió cuál podía ser el planteo táctico más conveniente hasta que coincidieron en la marca individual sobre los hombres del medio campo rival: Bilardo sobre Maschio, Echecopar con Mori y Pachamé con Rulli. Se perfeccionó en los entrenamientos la jugada del offside hasta que se consiguió su aplicación casi a la perfección. Lo demás quedaba librado al contraataque por el lado de Verón para aprovechar las ventajas que podía dar el lateral Martín. El planteo dio resultado. A los 25 minutos Estudiantes ya ganaba 2 a 0. Después descontó Racing y, sobre el final del primer tiempo, se produjo un hecho antológico, por lo inusual: Pachamé fue expulsado del campo de juego por pegarle una trompada a Bilardo, su compañero. Inédito e irrepetible. a los 43 minutos el árbitro Barreiro sancionó un foul a favor de Estudiantes, en su campo. Pachamé pretendió ejecutarlo rápidamente porque vio a Conigliaro desmarcado por el sector derecho y Bilardo se lo impidió. Discutieron, Pachamé le tiró una trompada y el árbitro lo expulsó.
Carlos Bilardo: "Yo lo vi a Barreiro que venía derechito y me quedé quieto, con las manos abajo. Lo echó y Pacha se fue con una bronca bárbara."
Carlos Pachamé: "Quería matarlos a todos. En el vestuario me duché y me fui del estadio. Caminé hasta la avenida Mitre, cuando llegué a ella vi a un tipo con audífono. ¿Cómo va el partido?, le pregunté. El tipo me miró y no contestó. ¡Cómo va el partido, boludo!, grité, decime cómo va. Me miró más sorprendido que antes. El pobre no entendía nada. Recién entonces me di cuenta que el audífono no tenía radio, que lo usaba porque era sordo. Me puse más nervioso, todavía. Vi venir un micro Río de la Plata y lo tomé. Esa noche teníamos que quedarnos concentrados en el hotel Nogaró, ahí, a media cuadra de la Plaza de Mayo pero de la bronca que tenía me fui a mi casa."
Clarín: La trompada del Pacha


1967


1967 fue el año del lanzamiento, Campeones en el Metropolitano y Subcampeones invictos del Nacional, con la clasificación en la mano para la Libertadores. Fue el primer logro grande del Club en toda su historia, el punto de partida de una campaña sensacional. Con el plantel base de aquella "Tercera que Mata" gestada por Ubaldo Ignomiriello, Estudiantes anotaba su nombre entre los Campeones Argentinos. Para honrar lo hecho antes por los Pelegrina, Infante, Negri, Gagliardo y los "Profesores" del 30, Lauri, Scopelli, Zozaya, Ferreira y Guaita.

Historia del Fútbol Argentino, N° 26 (La Nación).

Cambios en los torneos de AFA: Metropolitano y Nacional


En 1966, el interventor de AFA, Valentín Suárez, dirigente visionario e inteligente, tuvo la idea de motivar una descentralización, permitiendo la expansión del fútbol e incentivando las plazas de las provincias. En consecuencia, se determinó un cambio en la organización de los torneos; dicho cambio estaba destinado a permitir que los equipos del interior del país compitieran en un campeonato de primera federal. 

El campeonato regular, a partir de 1967 denominado Metropolitano, estaba reservado para los clubes directamente afiliados a la AFA, residentes en Capital Federal, Gran Buenos Aires, La Plata, Rosario y Santa Fe. Fue categorizado al mismo nivel que los organizados por las asociaciones y ligas del resto del país, jugándose en la primera parte del año y clasificando equipos, al igual que los demás campeonatos, al Nacional, estructurado por puntos a una sola rueda, en sus primeras 3 ediciones, y luego como una copa, con grupos e instancias finales, donde se enfrentaban los mejores del Metropolitano y los mejores del interior.

Esta estructura de Metropolitano y Nacional perduró hasta la temporada 1985/1986 donde se reestructura el fútbol argentino y se elimina el Torneo Nacional.

Los primeros campeones del Torneo Metropolitano.

Estudiantes Campeón Metropolitano 1967


La de 1967 fue una temporada especial para el fútbol argentino. En principio porque marcó una importantes reestructuración en las competencias de la AFA. Pero también porque todo estaba dispuesto para una revolución futbolística que, como no podía ser de otro modo, iba a traer consecuencias hasta ese momento insospechadas.

Las más espectacular, indudablemente, fue la coronación como campeón por primera vez en la historia del profesionalismo, de uno de los clubes denominados "chicos"... nada menos que nuestro glorioso Estudiantes de La Plata.

Arriba: Carlos Pachamé, Alberto Poletti, Oscar Malbernat, Ramón Aguirre Suarez,
 Eduardo L. Manera & Enry J. Barale. Abajo: Rubén Delfor Bedogni, Carlos Salvador Bilardo,
Marcos Conigliaro, Juan Miguel Echecopar, & Eduardo Flores.
Game: vs CABJ 0-1 (Bombonera, La Boca, CABA; Metropolitano; 15th game, June 9, 1967)

El Metropolitano se jugaba en dos zonas. Los dos primeros de cada una clasificaban para las semifinales, a jugarse en un sólo partido, en cancha neutral. Estudiantes integró la zona A.

Zona A:

Argentinos Juniors (Paternal – Buenos Aires)
Atlanta (Villa Crespo – Buenos Aires)
Boca Juniors (La Boca - Buenos Aires)
Colón (Santa Fe – Santa Fe)
Estudiantes de La Plata (La Plata – Provincia de Buenos Aires)
Huracán (Parque Patricios - Buenos Aires)
Lanús (Lanús – Provincia de Buenos Aires)
Newell’s Old Boys (Rosario – Santa Fe)
Quilmes (Quilmes – Provincia de Buenos Aires)
Racing Club (Avellaneda – Provincia de Buenos Aires)
Vélez Sarsfield (Liniers – Buenos Aires)

Primera Ronda

  • 1° fecha: V. Huracán ------------- 2-1 (Rubén Bedogni y Marcos Conigliaro)
  • 2° fecha: L. Lanús     ------------- 2-0 (Marcos Conigliaro y Juan Echecopar)
  • 3° fecha: V. Atlanta   ------------- 0-0
  • 4° fecha: L. Boca      ------------- 1-0 (Juan Echecopar)
  • 5° fecha: V. Racing   ------------- 2-1 (Juan R. Verón y Marcos Conigliaro)
  • 6° fecha: L. Vélez     ------------- 1-0 (Carlos Bilardo)
  • 7° fecha: V. Newell's ------------- 0-2
  • 8° fecha: L. Quilmes ------------- 2-0 (Rubén Bedogni 2)
  • 9° fecha: V. Argentinos----------- 1-0 (Rubén Bedogni)
  • 10° fecha: L. Colón   ------------- 2-0 (Juan Echecopar y Eduardo Flores)
  • 11° fecha: V. Gimnasia----------- 0-0 
Estudiantes 2 vs Colón 0, Primera Ronda, Fecha 10.

Segunda Ronda

  • 12°fecha: L. Huracán ------------- 1-1 (Marcos Conigliaro)
  • 13° fecha: V. Lanús    ------------- 2-4 (Felipe Ribaudo 2)
  • 14° fecha: L. Atlanta  ------------- 1-0 (Juan R. Verón)
  • 15° fecha: V. Boca     ------------- 0-1
  • 16° fecha: L. Racing  ------------- 1-0 (Eduardo Manera)
  • 17° fecha: V. Vélez    ------------- 0-2
  • 18° fecha: L. Newell's ------------ 2-2 (Juan Echecopar 2)
  • 19° fecha: V. Quilmes ------------ 0-0
  • 20° fecha: L. Argentinos---------- 1-1 (Juan R. Verón)
  • 21° fecha: V Colón    ------------- 0-0
  • 22° fecha: L. Gimnasia ----------- 3-0 (Juan Verón, J. Echecopar y M. Conigliaro)
Vélez 2 vs Estudiantes 0, Segunda Ronda, Fecha 17.

En la zona A Racing y Estudiantes compartieron el primer puesto. La diferencia de goles a favor (30 y 24) determinó que Racing fuese primero. En la zona B clasificaron Platense e Independiente, por lo tanto, a Estudiantes le correspondió jugar con Platense, un equipo que dirigía Ángel Labruna.

Semifinal con Platense


La semifinal semifinal se jugó el jueves 3 de agosto. El rival era Platense y comenzaba la historia grande Pincharrata.

Reportaje al DT de Platense, Ángel Labruna, y Leonardo Oscar Mansuetto (marcador central y capitán)
y Fabián Muggione (mediocampista), antes del partido con Estudiantes (03/08-1967).

La noche del jueves 3 de agosto quedó en la historia del club como una de las más emotivas y vibrantes. A pesar de ser día de semana, de la bajísima temperatura, de jugar el equipo fuera de la ciudad –en la Bombonera boquense–, la familia albirroja enfiló en larga caravana para alentar al conjunto dirigido por don Osvaldo Zubeldía.

Pasaje para el partido con Platense, Micro 11 de 50 (Twitter Camiseta Pincha).

La cita era ciertamente obligada: Estudiantes jugaba contra Platense una de las semifinales del torneo. La cabecera reservada a la visita fue prácticamente colmada por los hinchas albirrojos, quienes vivieron una jornada mágica, con 16 minutos inolvidables de aquel partido dramático.

A los cinco minutos ganaba Estudiantes 1 a 0: centro cruzado de Madero desde la izquierda, cabezazo y gol de Conigliaro. A los 33, Platense estaba arriba 2 a 1 (goles de Lavezzi y Bulla). Dos minutos después, a los 35, Estudiantes se quedó con 10 hombres al retirarse Barale tras sufrir un pellizco y distinción en el menisco interno de la rodilla derecha. En ese entonces no estaban autorizados los cambios y, de ahí en más, su equipo jugó con un hombre menos.

Y en la segunda etapa llegaron los 16 minutos mágicos. Fue un lapso en el cual pasamos de la agonía más cruel al éxtasis más embriagador. A los dos minutos de la segunda etapa Platense ganaba por 3 a 1 (gol de Bulla)... y 16 minutos después Estudiantes había dado vuelta el resultado venciendo por 4 a 3, y así terminaron, aunque con varios ingredientes poco menos que increíbles.

Diario El Mundo, viernes 4 de agosto de 1967.

A los 35 minutos del primer tiempo, Henry Barale se fue lesionado en los ligamentos de su rodilla derecha. El Pincha quedó con 10 y así jugó todo el segundo tiempo, en el que debían buscar el empate y el triunfo, ya que la igualdad clasificaba a Platense. En un veloz contraataque, Bulla puso el 3 a 1 que dejó a Estudiantes al borde del knock out. En cada contragolpe de Platense se olía el cuarto gol para cerrar la cuenta. A los 8 minutos Bulla y Subiat levantaron una pared de locos y este último disparó entre Poletti y el primer palo. Parecía que entraba, pero no... Llegó ese monumento al corazón llamado Pachamé para cerrar a tiempo y mandarla al córner.

Y de allí comenzó a nacer el milagro. Vino el tiro de esquina y rechazó Aguirre Suárez, Madero la cruzó al pique de Conigliaro, que desbordó por izquierda y la tiró al medio para la Bruja Verón, que de palomita cabeceó al gol. Iba a ser el 1-4 y quedamos 3 a 2.

Secuencia de la Revista El Gráfico de los 16 minutos históricos de la hazaña ante Platense.

A los 15 minutos se produjo el empate en una jugada que pasó a la "Historia de los grandes goles del fútbol argentino" reconocidos por El Gráfico (Edición especial de junio de 1970). Estudiantes contraatacó así: Bilardo-Conigliaro-Verón-Conigliaro-Bilardo y el toque suave y preciso del "Narigón" que va a las mallas. Estudiantes se ponía 3-3 e iba por la hazaña.

Y acá tiene que ver la picardía canchera del cerebro pincharrata. A los 18 minutos hay un córner desde la izquierda. En la tribuna todos alentando como locos. Tira "Pelusa" Bedogni y el arquero Hurt controla la pelota que viene alta y cerrada. Bilardo lo obstruye y el arquero, nervioso y descontrolado, le da un puntapié. ¡Penal! El árbitro Ángel Coerezza había marcado el tiro desde los 12 pasos. La enorme responsabilidad cayó en Madero, quien remató serenamente, abajo, a la izquierda. Ese gol selló el resultado final 4 a 3 que desató la locura de la caravana del triunfal regreso a La Plata. La final sería contra Racing, quien venció en semifinales a Independiente por 2 a 0.


3 de Agosto 1967... "Dramático... Proeza... Hazaña... Cosa de otro mundo... Estudiantes perdía 3 a 1 con un hombre menos y venció a Platense... Si, es verdad !!!..". Era el comienzo de la Mística...

Eduardo Flores: "Esa noche si que no hubo planes ni cosas por el estilo. Solamente lucha, vigor, esfuerzo. En el entretiempo Zubeldía nos reunió y dijo: «Estudiantes es un equipo de Valientes, por eso podemos hacer la hazaña de ganar este partido»."
Marcos Conigliaro: "¡Las cosas que pasaron! Se daban todas. Hasta que el Flaco (Bilardo) hiciera un gol. ¡Y con la zurda! Cuando terminó el partido llegué al vestuario y me tiré al suelo. Después me contaron que besaba la camiseta y gritaba como loco pero mentiría si dijese que tenía conciencia de algo."
Oscar Malbernat: "Había un solo túnel para salir de la cancha y cuando íbamos por el pasillo hacia los vestuarios, al terminar el primer tiempo, Labruna golpeó sus manos y ordenó en voz alta: después del partido hacemos inmersión y masajes. Angelito daba por descontado el triunfo. Al año siguiente, cuando el polaco Togneri vino a jugar con nosotros, lo volvíamos loco con esa frase."
Osvaldo Zubeldía: "Esa noche, cuando puse la cabeza en la almohada me sentí orgulloso de esos hombres, del sacrificio que habían hecho y ahí me dí cuenta que ese plantel ya estaba capacitado para conseguir cualquier cosa, que podía jugar a ganar."

Final con Racing en Boedo


La final se disputó apenas tres días después, el 6 de agosto, en el Gasómetro. En un partido vibrante, nuevamente, la figura fue el equipo, los once que corrieron "a lo Racing", para aplastar al conjunto de José con sus mismas armas –la fuerza, el estado físico, la capacidad de lucha– y bastante más: el fútbol ofensivo y ganador, la calidad en el toque de pelota, la velocidad y las mil variantes para desarticular al rival más pintado. ¡Y Racing lo era!

Esa tarde, en el viejo Gasómetro de San Lorenzo, el Metropolitano permitiría la primera consagración de un equipo chico en 35 años de profesionalismo. "Todavía no lo puedo creer", repetía una y otra vez Bilardo en el vestuario. "A este Racing nunca le ganaron así", fue la coincidencia general, tras el categórico 3 a 0. Un zurdazo de Madero, al ejecutar un tiro libre, clavó el primer gol en el ángulo derecho del arco; otro zurdazo de Verón de contraataque y un derechazo de Ribaudo, tras una perfecta pared con Conigliaro, desataron la vuelta olímpica.

Imágenes de los festejos, reportajes y los 3 goles del partido.

Racing no fue rival. Llegó desgastado por el partido semifinal que le ganó Independiente en 120 minutos y por las exigencias de la Copa Libertadores que lo verían campeón. Esa tarde, cuando Estudiantes le imprimió a cada jugada la contundencia física y la convicción espiritual, se desmoronó en una resistencia estéril de hombres sin piernas, sin dinámica y con la dureza de movimientos que revela el cansancio.





Imágenes tomadas del blog: http://mazypincha.blogspot.com


Para mucha gente, la meta estaba cumplida. Para el técnico no. Sabía, o intuía que recién se empezaban a cosechar los frutos de dos años y medio de trabajo. El equipo había tenido un rendimiento óptimo en los partidos decisivos, aplicando en la cancha todos los fundamentos ensayados una y otra vez hasta el cansancio en los entrenamientos. Estudiantes había alcanzado un ritmo inusual para el fútbol argentino de la época. Enfrentarlo significaba someterse a una vorágine de cambios de frentes, de defensores que pasaban al ataque, de delanteros que bajaban a defender, de centros en plena carrera, de desmarque permanente, de entrega total, de manejo de todas las situaciones que podían plantearse. De una serie de jugadas que, no por vistas, dejaban de sorprender. Variantes distintas en cada pelota parada. Corners al primer palo, peinada hacia el segundo y llegada simultánea al cabezazo de dos o tres hombres; los movimientos infalibles en la jugada de offside; el asfixiante pressing que comenzaban a esbozar; la dinámica a la que sometían los más habilidosos; el duro y diario trabajo con los arqueros; la mentalidad de no dejar nada librada al azar; el libreto revisado una y otra vez, tantas como hiciera falta, antes de cada partido y esa solidaridad para erradicar el yo e instalar el nosotros, dentro y fuera de la cancha.



Fueron estos atributos los que, en 1967, llevaron al equipo a la conquista del torneo Metropolitano y al subcampeonato en el Nacional (detrás de Independiente). También fueron los que le permitirían, enseguida, copar la escena internacional como ningún equipo argentino lo había conseguido hasta entonces. Con la prepotencia del trabajo se le habrían las puertas de América y del mundo.

El hecho maldito del fútbol burgués


En 1967, Estudiantes se había consagrado campeón del Torneo Metropolitano y había quebrado el monopolio de los cinco equipos denominados grandes en el país. Desde la instauración del fútbol profesional en Argentina, en 1931, hasta 1967, Boca Juniors, River Plate, Racing Club, Independiente y San Lorenzo se habían repartido todos los campeonatos disputados.

Estudiantes es entonces el primer quiebre, la primera anomalía de la historia del fútbol argentino.

Como bien sostiene el sociólogo argentino Pablo Alabarces, en ese contexto, las victorias de Estudiantes son el éxito del pobre contra el poderoso, del humilde contra los millonarios. Y allí la violencia y el coraje físicos son recursos válidos para llegar a la victoria. Pero Estudiantes más que un equipo violento se presenta como un grupo solidario.

Estos valores resultaban semejantes a los tiempos políticos que se vivían en la Argentina. Desde 1966, el país estaba gobernado por la dictadura militar a cargo del General Juan Carlos Onganía. Los valores que transmitía Estudiantes se asemejaban a aquellos que la dictadura reclamaba a todos los ciudadanos. Las victorias deportivas convirtieron al equipo de La Plata en un ejemplo a seguir.

Durante su gestión, Onganía tuvo fuerte injerencia en los asuntos deportivos. Solía reunirse con futbolistas de la Selección Nacional y de distintos equipos e incluso intervino la Asociación del Fútbol Argentino. Onganía también concurría a los estadios de fútbol en partidos importantes, pese a que en algunas ocasiones fue silbado por los fanáticos cuando se anunció su presencia. El militar estuvo presente en el estadio de Boca Juniors en la final entre Estudiantes y Manchester United. Aquella vez, llegó sobre el comienzo del encuentro sin ningún anuncio oficial.

Los éxitos deportivos de Estudiantes plantean un doble punto de inflexión en la historia del fútbol argentino. Por un lado, rompen la hegemonía de los clubes grandes de Buenos Aires, que hasta entonces habían monopolizado los éxitos deportivos. Aquellos equipos a medida que conquistaban trofeos eran vistos como la representación nacional. Estudiantes desplaza el eje futbolístico. Si bien La Plata se ubica a 60 kilómetros de Buenos Aires, la importancia de los sucesos deportivos que nacen en esa ciudad trasciende largamente esa distancia. Estudiantes hace visible un nuevo espacio futbolístico en Argentina.

Los Campeones de 1967 en el programa Sábados circulares, de Pipo Mancera...

Por otro lado, la forma en que Estudiantes consigue sus victoria también representa un antes y un después para el fútbol del país. Estudiantes se desplaza del estilo histórico del fútbol argentino, que hacía hincapié en la gambeta, la habilidad y el pase corto. El equipo platense plantea un estilo vinculado a la modernidad, con esquemas tácticos y entrenamientos tomados de Europa, donde el eje es el conjunto, no ya el jugador. Lo central no era el estilo de juego si no alcanzar el triunfo a partir de un orden que permita como primera medida evitar goles en el arco propio. Los tantos marcados en las finales ante Manchester, ambos de cabeza, en jugadas diseñadas por el entrenador Zubeldía, son una muestra del estilo del equipo.

Darío Sztajnszrajber explica "el hecho maldito del fútbol burgués".


Gira por España


En 1967 y a días que consagrarse campeón del Metropolitano, Estudiantes iniciaba la primera gira por Europa de toda su historia. Así es que llega invitado a disputar los tradicionales torneos de verano de España.

Trofeo Palma de Mallorca


El Trofeo Ciudad de Palma es un torneo de verano de fútbol que se disputa en Palma de Mallorca, capital de la comunidad autónoma de las Islas Baleares, ubicada en la isla de Mallorca (España). La primera edición tuvo lugar en 1962 en dos ocasiones. Desde sus comienzos hasta 1968 se jugó en formato triangular o cuadrangular y algunos de los trofeos dados tuvieron denominaciones como Fomento del Turismo o 50° RCD Mallorca. A partir de 1969 se realiza a partido único y fue que tomó el nombre Ciutat de Palma. No se disputó en 1963, de 1999 a 2004 inclusive y en el año 2009.

Estudiantes de La Plata participó de la edición de 1967 junto a CD Europa de Barcelona y Real CD Mallorca (local).

El 18 de agosto Estudiantes venció a CD Europa por 3 a 0, con dos goles de Verón y uno de Felipe Ribaudo. Posteriormente, el 20 de agosto, el Pincha empató 2 a 2 con el Mallorca (goles de Verón y Conigliaro) y se adjudicó el trofeo.

Trofeo Palma de Mallorca.

Trofeo Luis Otero


El Trofeo Luis Otero es un torneo de fútbol que se disputa anualmente desde 1959 en el verano europeo y que es organizado por el Pontevedra Club de Fútbol. Se disputa en el Estadio Municipal de Pasarón y el nombre del torneo está dedicado al histórico futbolista gallego Luis Otero, exjugador del Sporting de Pontevedra, Real Vigo Sporting Club, Real Club Celta de Vigo, Real Club Deportivo de La Coruña y medallista olímpico en los Juegos Olímpicos de Amberes 1920.

En 1967 fue invitado el campeón argentino Estudiantes de La Plata. El partido con el Pontevedra  disputado el 25 de agosto terminó igualado 1 a 1 y ni el tiempo suplementario ni los penales pudieron desempatar el marcador. En consecuencia, se decidió que el campeón se dilucidaría por sorteo a través de una moneda lanzada al aire.

Y aquí observamos una graciosa anécdota, confirmada por el propio Bilardo, quien les dio a los gallegos un sorbo de bidón. El Narigón lo llamó al capitán Malbernat y le dijo:
“Cacho, no importa lo que elijas. Cuando caiga la moneda al suelo, salga lo que salga, empezá a festejar y saltamos todos, nos tiramos al piso encima de la moneda y nos abrazamos”.

Y la Copa se vino para Argentina.


SÍNTESIS:

PONTEVEDRA (1): Cobo; Irulegui, Batalla, Cholo; Antonio (Vallejo), Calleja; Fuertes (Cacho), Martín Esperanza, Nemes, Fernández, Yosu (Odriozola). 

ESTUDIANTES (1): Poletti; Fucenecco (Aguilar) Madero, Aguirre Suárez, Mabernat, Medina, Ribaudo (Mercerat), Conigliano, Echecopar, Bilardo, Flores.

Goles: Conigliano (E - 25') y Yosu (P - 49')
Árbitro: Orellano.

Diario Mundo Deportivo (Barcelona).
Diario ABC (Madrid)

Trofeo homenaje a Eusebio Ríos


El 31 de agosto de 1967 Eusebio Ríos recibe el homenaje del club y de la afición bética en el partido que enfrenta en Sevilla al club verdiblanco con el conjunto argentino del Estudiantes de la Plata.

Entrada preferencial para el partido homenaje a Eusebio Ríos.

Con 32 años y a punto de iniciar su última temporada como profesional en el conjunto bético, la décima, Eusebio Ríos salta al campo de la mano de su hijo mayor antes del inicio del encuentro, en el que el Betis se impuso 3-1 al equipo campeón de Argentina, con tantos de Rogelio, Landa y Antón; Echecopar marcó para Estudiantes

Eusebio Ríos con su hijo antes del partido con Estudiantes de La Plata.

Eusebio Ríos, capitán de Betis, intercambia banderines con Oscar "Cacho" Malbernat.

SÍNTESIS:

REAL BETIS (3): Campillo, Aparicio, Ríos (Pachón), Antón, Frasco, Azcárate, Macario (Landa), Dioni (Cristo), Demetrio, Quino (Pallarés) y Rogelio. DT: César Rodríguez

ESTUDIANTES (1): Poletti ; Spadaro (Mateos), Fuccenecco, Malbernat; Madero, Medina; Ribaudo, Bilardo (Aguilar), Conigliaro, Echecopar y Flores (Mercerat). DT: Osvaldo Zubeldía

Goles: PT: 10m. Macario (B) y 40m.? Landa (B). ST: 22m. Anton (B) y 29m. Echecopar (E).
Estadio: Benito Villamarín de Sevilla.


Subcampeón Nacional invicto


Obtenido el Metropolitano del 67 y concretada la gira por Europa, Estudiantes se dispuso a enfrentar los rigores del próximo compromiso que le marcaba el calendario deportivo del año, el Torneo Nacional, que clasificaría a los dos representantes argentinos para la Copa Libertadores de América. 

El Torneo Nacional lo disputaron 12 equipos directamente afiliados a la AFA (los 6 primeros de las dos zonas del Metropolitano) más 4 equipos del interior clasificados a través del Torneo Regional. Se jugó a una sola rueda de partidos, en la modalidad, todos contra todos, y muchos lo calificaron como un "compendio del absurdo".

Participantes


Clasificados del Metropolitano


Boca Juniors (La Boca – Buenos Aires)
Estudiantes de La Plata (La Plata – Provincia de Buenos Aires)
Ferro Carril Oeste (Caballito – Buenos Aires)
Independiente (Avellaneda – Provincia de Buenos Aires)
Lanús (Lanús – Provincia de Buenos Aires)
Platense (Núñez – Buenos Aires)
Quilmes (Quilmes - Provincia de Buenos Aires)
Racing Club (Avellaneda – Provincia de Buenos Aires)
River Plate (Belgrano – Buenos Aires)
Rosario Central (Rosario – Santa Fe)
San Lorenzo (Boedo – Buenos Aires)
Vélez Sarsfield (Liniers – Buenos Aires)

Clasificados del Torneo Regional


Central Córdoba (Santiago del Estero – Santiago del Estero)
Chaco For Ever (Resistencia – Chaco)
San Lorenzo (Mar del Plata – Provincia de Buenos Aires)
San Martín (San Martín – Mendoza)

El certamen comenzaría en el mes de septiembre y pocos le daban crédito a las posibilidades de Estudiantes, pese a ser el último campeón del fútbol argentino. Se lo veía más bien como a un equipo chico, integrado por buenos jugadores, que había tenido la fortuna de obtener el primer título de su historia. Se miraba a Estudiantes con la simpatía que se le tiene a los débiles.

Se hablaba más de independiente, el grande de Avellaneda que contaba con una delantera temible, en la que jugaban Raúl Bernao, Luis Artime, Héctor Yazalde, Raúl Savoy, José Omar Pastoriza y Roberto Tarabini. También se respetaba a Racing, el campeón del 66 que alcanzaría la conquista de América en la Libertadores del 67.

Los medios deportivos apoyaban claramente a Independiente.
Revista Goles, con los delanteros Bernao y Tarabini en la tapa.

Arriba: Gabriel "Bambi" Flores, Carlos Pachamé, Alberto Poletti, Oscar "Cacho" Malbernat,
Ramón Aguirre Suarez, Raúl Madero, & Eduardo L. Manera. Abajo: Felipe Ribaudo,
Carlos Salvador Bilardo, Marcos Conigliaro, Juan Miguel Echecopar, & Juan Ramón Verón.
Game: vs CABJ 0-0 (Bombonera, La Boca, CABA; Nacional; 14th game, Dec 8, 1967)

Pero Estudiantes empujaba. Arrancó aquel 10 de septiembre de 1967 enfrentando como visitante a Platense, el mismo equipo dirigido por Labruna de la mítica semifinal del Metropolitano. Pero esta vez fue todo de Estudiantes, que con goles de Spadaro de penal y de Verón se anotó un tranquilo 2 a 0 a favor.

En la segunda fecha se recibió a Lanús, el de Silva y Acosta, y otro gol de la Bruja sirvió para que el Pincha ya tuviera cuatro puntos en el campeonato.

En la tercera fecha los dirigidos por Zubeldía viajaron a Mendoza para enfrentar a San Martín y para alcanzar el tercer triunfo consecutivo, el que llegó después de los goles marcados por Bilardo y Echecopar.

Estudiantes siguió con ese éxito arrasador hasta hilvanar siete triunfos consecutivos. Después de aquel triunfo en Mendoza se le ganó sucesivamente a Central Córdoba de Santiago del Estero por 2 a 1 con goles de Echecopar y Verón; a Chaco For Ever por 3 a 1 con tantos de Manera y Verón; a San Lorenzo de Mar del Plata 1 a 0 con gol de Echecopar; y a Quilmes por 2 a 1 con goles de Manera y Verón. Estudiantes se había convertido así en la sensación del torneo, con siete partidos jugados y otros tantos ganados, con 14 puntos en siete fechas.

Entrenamiento en el Bosque y reportaje a dos fechas del final del Nacional.

Después llegó la racha de empates: 1 a 1 con Ferro; 0 a 0 con Independiente; 0 a 0 con San Lorenzo de Almagro; 0 a 0 con Rosario Central; 1 a 1 con Vélez Sársfield y 0 a 0 con Boca. En el medio se le había ganado a Racing por 2 a 1. Quedaba una fecha y había que ganar. Enfrente estaba River Plate. Y se ganó. Fue 2 a 1 con dos goles marcados por Raúl Horacio Madero, el segundo de penal.

La campaña del subcampeón invicto:

  • Fecha 1: V. Platense --------------- 2-0
  • Fecha 2: L. Lanús     --------------- 1-0
  • Fecha 3: V. San Martín (Mza.) --- 2-1
  • Fecha 4: L. C. Córdoba (SE) ----- 2-1
  • Fecha 5: L. Chaco For Ever ------ 3-1
  • Fecha 6: V. San Lorenzo (MDP) - 1-0
  • Fecha 7: L. Quilmes ---------------- 2-1
  • Fecha 8: V. Ferro      --------------- 1-1
  • Fecha 9: V. Independiente -------- 0-0
  • Fecha 10: L. San Lorenzo -------- 0-0
  • Fecha 11: V. R. Central ----------- 0-0
  • Fecha 12: V. Vélez   --------------- 1-1
  • Fecha 13: L. Racing --------------- 2-1
  • Fecha 14: V. Boca    --------------- 0-0
  • Fecha 15: L. River   --------------- 2-1

Estudiantes logró reunir así 24 puntos, producto de nueve partidos ganados y seis empatados, con 19 goles a favor y 8 en contra. Quedó a dos puntos de Independiente, el campeón que había reunido 26 puntos y 43 goles a favor, y aventajó por cuatro unidades a Vélez Sársfield, que resultó tercero.


Alberto Poletti, Eduardo Luján Manera, Carlos Oscar Pachamé, Oscar Malbernat, Felipe Ribaudo, Juan Ramón Verón y Juan Echecopar tuvieron asistencia perfecta. El máximo goleador albirrojo resultó ser la Bruja Verón con 8 tantos.

Estudiantes alcanzaba así el subcampeonato y se convertía en el primer equipo de la historia del fútbol argentino que finalizaba un campeonato sin conocer la derrota, invicto en todas sus presentaciones.

Campeón y subcampeón irían a la Copa Libertadores de América para representar al país. Allí se encontrarían nuevamente para conmover al continente a través de encontronazos estremecedores. Fue en la Libertadores del 68, cuando Estudiantes comenzó a recoger la gloria internacional. Esa historia la repasamos en la Entrada Estudiantes y las Copas

Hay que aclarar que el equipo albirrojo no obtuvo su derecho a participar del máximo torneo sudamericano de clubes por consagrarse campeón del Metropolitano de 1967, sino por ocupar el segundo lugar en este Nacional. Caprichos del Reglamento.


1968


Metropolitano 1968



Después de haber ganado la Copa Libertadores, la meta exclusiva de todos era, sin dudas, la Copa Intercontinental, y hacia allí apuntaban todos los esfuerzos. Sin embargo, estaban también los compromisos locales. Los dirigidos por Zubeldía, que venían de una agotadora serie de partidos, tomarían el desafío del Metropolitano del 68 como un banco de pruebas para afinar el equipo al máximo con vistas a los partidos con el Manchester.

Pero el equipo, como ya era su costumbre, seguía ganando también en el torneo local. A Estudiantes le había tocado participar en ese torneo en la "Zona A", junto a elencos como San Lorenzo –el gran favorito que ya respondía al mote de "Los Matadores"–, Racing, Lanús, Boca, Newells y otros; mientras que de la "Zona B" participaban Vélez Sársfield, River Plate, Independiente, Rosario Central, Huracán y Gimnasia y Esgrima La Plata, entre otros. Estudiantes disputó, en esa fase del torneo, 22 partidos, de los cuales ganó 9, empató 6 y perdió 7, con 39 goles a favor y 27 en contra, sumando 24 puntos, lo que le alcanzó para lograr el segundo puesto en la zona, detrás de San Lorenzo, y clasificar para las instancias finales del torneo.


En la otra zona, había salido primero Vélez, con 31 puntos, y segundo River, también con 31 unidades. Al cruzarse los equipos clasificados de una y otra zona, a Estudiantes le tocaría enfrentarse con Vélez Sársfield, y a San Lorenzo con River. Los dos partidos se jugaron en la cancha de Racing como escenario neutral. San Lorenzo le ganó a River por 3 a 1 y estudiantes dio cuenta de Vélez por 1 a 0, con gol marcado por la Bruja Verón a los 43 minutos del primer tiempo.

Estudiantes, una vez más, se encontraba en una final. De pensar en el Manchester, se pasó a aquel partido contra San Lorenzo por la posibilidad de obtener un nuevo título. En un torneo que había sido tomado como "banco de pruebas" para preparar al equipo de cara al gran objetivo internacional, se había llegado a la final.

Zubeldía había dispuesto, para esa época, licenciar al plantel para luego retomar los entrenamientos ya con vistas a los encuentros frente al Manchester. Pero se estaba ante otra final y había que afrontarla, aunque el plantel estuviera cansado y disperso.

Final en la cancha de River: Noticiario Panamericano.

Enfrente estaría San Lorenzo, el equipo del momento, un plantel plagado de estrellas entre las que se contaba a "Batman" Buticce (arquero), Villar, Albrecht, Cocco, Telch, Pedro González, Rendo, Fischer y Veglio, entre otros. Pero también estaba Estudiantes con lo suyo. El partido se jugó en la cancha de River el domingo 4 de agosto de 1968 a estadio repleto. Un Estudiantes cansado debía parar al Ciclón de Los Matadores. Y el Pincha aguantó. Bien cerrada la defensa para aguantar los embates del Lobo Fischer y compañía; firme el medio campo para anular a Rendo y los suyos; siempre peligrosos los delanteros para inquietar a Buticce. El primer tiempo terminó 0 a 0 y estaba claro que los albirrojos no serían presa fácil para los favoritos. Como que a los dos minutos del segundo tiempo Verón clavó un zurdazo para marcar el 1 a 0.

Poletti detiene el balón ante la presencia de Veglio.

El nuevo título estaba cerca. Pero faltaban piernas. No eran pocos los que mostraban síntomas de un agotamiento total. Y así llegó el empate que marcó Carlos Veglio a los 22 minutos de ese segundo tiempo. Pero se siguió aguantando con más corazón que resto, con más amor propio que fuerza. Y terminó el partido igualado en un tanto. Había que ir al suplementario, otros 30 minutos más para definir al Campeón. Era demasiado para aquellos hombres que lo habían dado todo, que habían entregado más de lo que podrían en esos ardorosos 90 minutos. Que ya habían disputado mil batallas en la Copa Libertadores que habían ganado apenas dos meses atrás.

Fue así que a los 10 minutos de ese primer tiempo suplementario, Rodolfo Fischer, el legendario "Lobo" de San Lorenzo, con un remate desde fuera del área pudo vencer a Poletti. Estudiantes no podía más, ya no contaba con las fuerzas suficientes para torcer esa historia. Se perdió, finalmente, por 2 a 1, y se escapaba un campeonato que ni siquiera había estado en los planes de nadie. Pero se alcanzaba un subcampeonato que era el reconocimiento a un equipo espectacular.

Estudiantes, subcampeón del Metro '68, aplaude al campeón San Lorenzo de Almagro.

Estudiantes, subcampeón del Metro '68, ante San Lorenzo de Almagro
 Revista El Gráfico Nº 2548, del 6 de agosto de 1968.

En los vestuarios, tras ese esfuerzo, Osvaldo Zubeldía sostenía:
"Se hizo demasiado, el equipo venía de un baqueteo muy intenso y muchos de los muchachos estaban realmente agotados. Se perdió bien, cuando se escaparon las marcas en los últimos 15 minutos del partido se perdieron también las piernas y entonces San Lorenzo se encontró mejor para el suplementario. Hoy nos ganaron bien, pero en otras circunstancias, mejor preparados, este partido no se nos escapaba. Ahora, por fin, los muchachos tendrán su merecido descanso y después volveremos al trabajo ya pensando en el Manchester".
Fuente: La Historia de Estudiantes de La Plata, T. II, pp. 255-256, Eds. Atlántica.


Nacional 1968


Como consecuencia de a participación de Estudiantes en la Copa Libertadores de América, el técnico Osvaldo Juan Zubeldía tuvo que recurrir a muchos jugadores para disputar el Torneo Nacional. En total, fueron 33 futbolistas de los cuales ninguno tuvo asistencia perfecta, pero el que más partidos jugó fue Marcos Conigliaro con 12 cotejos. Entre tanto, Eduardo "Bocha" Flores –con sólo cuatro partidos jugados– resultó el máximo artillero del equipo albirrojo con 3 tantos.

Todo ello redundó en que el Pincha terminara en el fondo de la tabla del Torneo Nacional, en el puesto 14° entre 16 participantes. Pero ello es absolutamente comprensible. Con un plantel reducido como el que tenía Estudiantes, no se podían pelear la Copa Libertadores y los campeonatos locales al mismo tiempo. Había que optar y Zubeldía optó bien, llenando de gloria internacional a Estudiantes de La Plata.


En el partido contra River Plate en el estadio Monumental, el equipo de Estudiantes de La Plata, Campeón del Mundo, fue recibido con un "Pasillo de honor", homenaje de los deportistas de River agitando banderas de Estudiantes y Argentina, plaqueta y ovación.

Torneo Nacional 1968 - River Plate recibe al Campeón del Mundo.

Este hermoso gesto fue retribuido en el Torneo de Primera División 2015, cuando los Millonarios ganaron la Copa Libertadores de América de la mano de Marcelo Gallardo, y el Pincha los recibió en la fecha 21 con un "Pasillo de honor" y medallas en el Estadio Ciudad de La Plata.


Torneo de Primera División 2015 - Estudiantes recibe al Campeón de América.

Amistoso con el Inter de Italia


El 16 de octubre de 1968 Estudiantes de La Plata logró la mayor hazaña futbolística de su rica historia al coronarse Campeón Intercontinental de Clubes frente al poderoso Manchester United en Old Trafford. Apenas un día después, el plantel del Campeón del Mundo aterrizó en Italia para disputar un partido amistoso con Internazionale de Milán, antes del retorno a la Argentina.

25 personas componían la delegación pincharrata, inclusos el presidente Mariano Mangano, el secretario Rubén Lachaise, el técnico Osvaldo Zubeldía y 3 periodistas.

El 19 de octubre, la comitiva albirroja se trasladó a Superga para rendir homenaje al monumento dedicado al “Grande Torino”, el famoso equipo que había trágicamente perecido en un accidente aéreo en 1949. Pese a la distancia, el eco de las hazañas del conjunto granate había alcanzado Argentina y todo Sudamérica, como confirmó en una entrevista el presidente Mangano.

Diario La Stampa, 18 de octubre de 1968
Diario La Stampa, 19 de octubre de 1968
Diario La Stampa, 20 de octubre de 1968
Diario La Stampa, 22 de octubre de 1968

El 20 de octubre, apenas 4 días después de la hazaña de Manchester, Estudiantes salía a la cancha en el viejo Estadio San Siro para disputar un partido amistoso contra el Inter de Milán, el equipo campeón de Europa y del Mundo 1964 y 1965.

Arriba: El maestro junto a Pachamé, Flores, Malbernat, Fucenecco, Madero y Spadaro.
Abajo: Lavezzi, Bilardo, Conigliaro, Etchecopar y J.R. Verón, en el estadio San Siro.

Fue un encuentro marcadamente "amistoso". El Inter tuvo que renunciar a muchos jugadores convocados para el partido Gales-Italia, válido para las eliminatorias de México 1970, mientras que Osvaldo Zubeldía prefirió hacer descansar a algunos de los protagonistas de la batalla del Old Trafford. Inter ganó 2-1: el gol pincharrata fue marcado por Hugo Spadaro con un gran tiro libre.

Fuente: Museo de Estudiantes de La Plata.

Lo que quedó claro fue que el estadio San Siro no nos caía para nada bien, ya que el año siguiente allí perderíamos la primera final de la Copa Intercontinental de 1969 por 3 a 0 frente al AC Milan.

SÍNTESIS:

INTER (2): Girardi, Bedin, Landini, Suárez, Poli, Cella, Jair (Achilli), Spadetto, Gori, Corso, Vastola. Entrenador: Foni.

ESTUDIANTRES (1): Gabriel Flores, Madero, Spadaro, Fucceneco, Pachamé, Malbernat, Lavezzi (Ribaudo), Bilardo, Conigliaro, Echecopar (Ernesto Álvarez), Verón. Entrenador: Zubeldía.

Árbitro: Sbardella (Italia).
Goles: Spadetto 38; Vastola 71; Spadaro 81.
Estadio: San Siro, Milán.


1969


Estudiantes realizó una buena campaña en el Torneo Metropolitano, que culminó con la coronación de otro equipo chico, Chacarita Juniors. El Pincha terminó tercero en la zona B, detrás de Racing y River. Y si bien no se clasificó para la ronda final, los albirrojos seguían apuntando a los logros internacionales, donde volvería a ganar la Copa Libertadores por segunda vez consecutiva.


En el Torneo Nacional de ese año, el Pincha tuvo una opaca participación, con una campaña de mitad de tabla (10° posición). Rubén Pagnanni y Daniel Mario Romeo fueron los dos jugadores –ninguno tuvo asistencia perfecta– que más partidos disputaron en este torneo. En total, el director técnico Osvaldo Juan Zubeldía utilizó 35 futbolistas. El máximo goleador de Estudiantes resultó ser Juan Taverna al conquistar 8 tantos. Por su parte, Raúl Madero y Carlos Salvador Bilardo fueron expulsados en una oportunidad cada uno.


Gira por España


Para agosto de 1969, Estudiantes de La Plata era Bicampeón de América y el Campeón Intercontinental vigente. En esa destacada condición fue invitado a participar de una serie de Torneos amistosos estivales en España, los que se desarrollan tradicionalmente antes del inicio de la Liga Española de Fútbol.

Trofeo Conde de Fenosa


El Trofeo Conde de Fenosa fue una competición veraniega de fútbol que tuvo lugar en La Coruña, teniendo como anfitrión al Real Club Deportivo de La Coruña. Fue instituido por el financiero y filántropo coruñés Pedro Barrié de la Maza. Se disputó en el estadio de Riazor entre los años de 1968 y 1976, excepto en 1970. Tras su desaparición el Deportivo de La Coruña se convirtió en anfitrión del Trofeo Juan Acuña entre los años 1989 y 2007 y del Trofeo Teresa Herrera a partir del año 2000. El título del Trofeo obedece a un título nobiliario denominado Condado de Fenosa de la región de Galicia.

Folleto informativo del II Trofeo Conde de Fenosa.



Diario El Pueblo Gallego.


En la primera edición (1968), el invitado fue el Racing Club de Avellaneda, Campeón de América e Intercontinental 1967. En 1969, Estudiantes de La Plata disputó el Trofeo Conde de Fenosa en formato de triangular, enfrentando al Real Club Deportivo de La Coruña y al RC Celta. El Pincha empató los dos partidos (1-1 con el Celta el 16/08/1969, gol de Verón, y 0-0 con La Coruña el 17/08/1969) y el campeón del triangular fue el Deportivo La Coruña.



Portada Sección Deportes, Diario ABC del 19/08/1969.

En la imagen del Museo Estudiantes de La Plata, Néstor Errea y Ramón Aguirre Suárez.


Trodeo Festa d'Elx


El Trofeo Festa d'Elx es un torneo amistoso de fútbol que se organiza cada año en la ciudad española de Elche, de manera ininterrumpida desde 1960, siendo el sexto trofeo veraniego más antiguo de España, por detrás del Teresa Herrera, el Emma Cuervo de Ribadeo, el Concepción Arenal de Ferrol, el Ramón de Carranza de Cádiz y el Trofeo Luis Otero de Pontevedra, todos ellos nacidos antes de 1960. Un total de 39 clubes de 13 países diferentes han participado en trofeo, siendo el Elche C.F. quien ha disputado como local cada una de las ediciones.

El trofeo Festa d'Elx fue creado en el año 1960 por el Ayuntamiento de Elche para conmemorar las fiestas de la ciudad, en honor de la patrona la Virgen de la Asunción, cada 15 de agosto. En un primer momento el trofeo representaría la Palmera imperial, pero por diversos motivos se fabricó una copa bañada en plata que costó cerca de 20.000 pesetas.


Para la décima edición del torneo el invitado fue Estudiantes de La Plata, vigente campeón de América e Intercontinental. El 23 de agosto, el Pincha venció al Elche por 2 a 1, con goles de Marcos Conigliaro y la Bruja Verón, dejando una excelente imagen, al punto que algunos medios españoles hablan de "El mejor Festa d'Elx de la historia".



Síntesis


ELCHE CF (1): Araquistáin; Ballester, Iborra, González; Lezcano, Llompart; Sosa (Serena), Curro (Ciriaco), Vavá, Asensi, Casco (Emilio). 

ESTUDIANTES LP (2): Errea; Cremarco, Aguirre Suárez, Madero, Aguilar; Togneri, Forteins (Spadaro); Cornigliaro, Echecopar (Ribauro), Verón, Rudki, Flores.

Goles: Verón (Es - 38'), Curro (El - 59') y Conigliaro (Es - 82')

Trofeo Joan Gamper


Zubeldía se quejó en un momento de la gira porque se jugaban partidos cada 24 horas, dado que el calendario fue extenso. Y en la tradicional Copa Gamper, que pone en disputa el FC Barcelona en Cataluña desde el año 1966, el desgaste físico le pasó factura al equipo de Zubeldía, que cayó el 25 de agosto en la etapa de Semifinales ante el Real Zaragoza por 3 a 2, con tantos del "Bocha" Flores y Rudzki.

Lo perdía 3-0 y estuvo a tiro del empate en el último cuarto de hora, convirtiendo en figura al arquero aragonés, Alarcia. Los descuentos del “Bocha” Flores y Rudzki para el 3-2, sin embargo, no alcanzarían y el Pincha perdería la chance de definir en la final contra el Barça.


La imagen parece ser del partido contra el Atlético de Madrid.

Síntesis


REAL ZARAGOZA (3): Alarcia; Rico, González, Vallejo; Violeta, Fontela; Oliveros (Padilla), Santos, Marcelino (Chirri), Tejedor (Martín) y Totó.

ESTUDIANTES (2): Poletti; Manera, Aguirre Suárez, Madero y Togneri (Ribaudo); Rudzki, Cremasco y Flores; Echecopar (Aguilar), Conigliaro y Verón.

Goles: PT: 7m. Santos (Z), 25m. Tejedor (Z) y 44m. Oliveros (Z). ST: 5m. Flores (E) y 20m. Rudzki (E).
Incidencias: PT: 40m, expulsados, Santos (Z) y Aguirre Suárez (E).
Árbitro: Oliva.
Estadio: Camp Nou de Barcelona.
Fecha: 26 de agosto de 1969.

Oliveros, del Real Zaragoza, remata el 3er gol, mientras Madero y Echecopar marcan.

Posteriormente, el Pincha también perdió el partido por el tercer puesto contra el Slovan Bratislava de Checoslovaquia (1-2), con otro gol marcado por Flores.


Trofeo Ramón de Carranza


El Trofeo Ramón de Carranza es una competición veraniega de fútbol que se celebra en la ciudad de Cádiz a principios de agosto desde hace más de medio siglo, siendo por ello uno de los torneos de verano más prestigiosos de España.


En este cuadrangular, Estudiantes cayó derrotado en su primera presentación 3 a 1 ante el Real Madrid, anotando el gol pincharrata Ramón Aguirre Suárez.

Diario As, Madrid, 31 de agosto de 1969.

Síntesis


REAL MADRID (3): Betancort, Calpe, De Felipe, Sanchís, Pirri (José Luis 69m.), Zoco, Fleitas, Amancio, Grosso, Velázquez y Gento.

ESTUDIANTES (1): Gabriel Flores, Aguirre Suárez, Togneri, Manera, Madero, Cremasco, Ribaudo, Rudzki; Conigliario, Eduardo Flores y Verón.

Goles: PT: 5m. Gento (RM). ST: 4m. Amancio (RM); 29m. Aguirre Suárez (E); y 43m. Amancio (RM).

Pero en el partido por el tercer puesto, Estudiantes se impuso al Atlético de Madrid por 2 a 1, con  dos goles del "Bocha" Flores. Para el equipo "colchonero" jugaba el portugués Eusebio, apodado "La pantera negra", uno de los mejores jugadores de la historia.

Diario As, Madrid, 1 de septiembre de 1969.


Síntesis

ESTUDIANTES (2): Errea; Forteis, A. Suárez, Togneri, Manera, Cremasco, Flores, Rudzki, Ribaudo, Conigliaro y Aguilar. DT: Osvaldo Juan Zubeldía.

ATLÉTICO DE MADRID (1): Zubiarrain; Melo, Jayo, Calleja, Irureta, Eusebio, Ufarte, Luís, Gárate, Adelardo y Orozco. DT: Marcel Domingo Algara.

Cambios: PT: 36m. Spadaro por Aguilar (E). ST: al inicio, Verón por Rudzki (E) y Benegas por Eusebio (AM); 8m. Salcedo por Gárate (AM).
Goles: PT 20m. Gárate (AM); 43m. E. Flores (E). ST: 3m. E. Flores (E).
Árbitro: Zariquiegui.
Estadio: Ramón de Carranza, Cádiz, España.


1970


Este año, Estudiantes, nuevamente, volvió a priorizar las competencias internacionales –Copas Libertadores e Intercontinetal– lo que redundó en mediocres campañas en los torneos locales.

En el Torneo Metropolitano terminó en el puesto 16°. Zubeldía utilizó a 28 jugadores. Juan Ramón Verón resultó ser el futbolista que más partidos disputó con la casaca albirroja. Mientras tanto, Juan Echecopar, Jorge Raúl Solari y Eduardo Flores –con 3 goles– fueron los máximos artilleros del conjunto estudiantil. En lo que respecta a Echecopar y Daniel Romeo, vieron la tarjeta roja en una oportunidad cada uno.


En el Torneo Nacional se clasificó 5° en la Zona B. Ramón Aguirre Suárez fue el único jugador de Estudiantes que tuvo asistencia perfecta durante este torneo; mientras que Juan Taverna se erigió en el máximo goleador del conjunto dirigido técnicamente por Osvaldo Zubeldía.


Así jugaba el equipo de Zubeldía


Uno de los principales secretos tácticos del equipo de Zubeldía tenía que ver con la complementación casi perfecta de sus integrantes, es decir, que que su formación presentaba un equi­li­brio casi perfecto: cada uno le daba al com­pa­ñe­ro lo que al com­pa­ñe­ro le faltaba y recibía, al mismo tiempo, lo que le faltaba a él. Por ejemplo, en la defensa tenía dos mar­ca­do­res de punta con ca­rac­te­rís­ti­cas complementarias: Eduar­do Ma­ne­ra, un jugador muy técnico que había sido volante ofensivo en sus comienzos y se proyectaba seguido, y Os­car Mal­ber­nat, un típico marcador que en­ci­ma­ba al delantero y no se iba nunca al ataque. En el centro de la defensa, Ra­món Agui­rre Suá­rez, un tipo fuerte, recio, que rompía el juego con sus sa­li­das, y Raúl Ma­de­ro, dueño de una técnica de­pu­ra­dí­si­ma, que le cuidaba las espaldas. Uno te ma­ta­ba y el otro te la sa­ca­ba de ta­qui­to. Ma­de­ro, también, más de una vez jugó de volante central.

En el me­dio, na­die se que­da­ba quie­to. Car­los Bi­lar­do era el más in­te­li­gen­te, el más frío, el que sa­bía leer el par­ti­do, era la re­pre­sen­ta­ción de Zu­bel­día den­tro de la can­cha. Era el hom­bre en el que más confiaba el téc­ni­co. Car­los Pa­cha­mé, el cin­co, ofre­cía una en­tre­ga de mil por mil, lu­cha­ba des­de el primero has­ta el úl­ti­mo mi­nu­to, se com­ple­men­ta­ba con la in­te­li­gen­cia de Bi­lar­do y la téc­ni­ca del Bocha Flo­res o de Juan­ci­to Eche­co­par, que ju­ga­ban de diez, aunque tam­bién co­rrían al ri­val has­ta su pro­pia área. Arri­ba, ha­bía dos ti­pos que se cru­za­ban per­ma­nen­te­men­te: Fe­li­pe Ri­bau­do y Mar­cos Coni­glia­ro. Ri­bau­do arran­ca­ba por la pun­ta de­re­cha, pe­ro co­mo ha­bía si­do nue­ve, so­lía to­mar por sorpresa a los mar­ca­do­res. Al­gu­na vez, el le­gen­da­rio Ri­nus Mi­chels, el téc­ni­co ho­lan­dés crea­dor de la Na­ran­ja Mecánica, con­fe­só que to­mó en cuen­ta aquel mo­vimien­to de pin­zas de los de­lan­te­ros de Estudiantes pa­ra imprimirles cier­tas ca­rac­te­rís­ti­cas al Ajax y a la Se­lec­ción de su país. De es­ta manera con­si­guie­ron cuajar un fun­cio­na­mien­to per­fec­to.

Que­dan pa­ra el fi­nal dos va­lo­res des­ta­ca­dí­si­mos de Es­tu­dian­tes. La Bru­ja Ve­rón, que por in­tui­ti­vo y ge­nial ha­cía lo que que­ría: era in­te­li­gen­te pa­ra ju­gar y sa­bía bus­car lo que más le con­ve­nía. Gambeteador y gran im­pro­vi­sa­dor. To­dos en ese equi­po te­nían un cier­to or­de­na­mien­to tác­ti­co que cum­plir, me­nos Ve­rón, que era li­bre Y el Fla­co Po­let­ti: un ar­que­ra­zo te­rri­ble, muy jo­ven y con unas condiciones bár­ba­ras. Te­nía los re­fle­jos de un ata­ja­dor y al mis­mo tiem­po ve­nía de la es­cue­la de Errea y de Gat­ti, de sus tiem­pos en Atlan­ta, por lo que también sabía jugar con los pies.


                                  

La influencia de este este equipo fue tan grande que trascendió lo futbolístico. La revolución que se había generado dentro del Fútbol Argentino también se había trasladado, en buena medida, a la cultura popular. En la entrada N° 28 de este blog "Canciones y poemas" podrán apreciar tangos, milongas cumbias y canciones varias dedicadas a Estudiantes de La Plata y sus conquistas. También el cine reflejó los triunfos Pincharratas, como las películas "Somos los mejores" (1968), que cuenta la historia de un grupo de hinchas que viaja a Manchester para presenciar el trascendental partido de la Copa Intercontinental, o "Pasión Dominguera" (1970), película dirigida por Emilio Ariño, donde un camarero, un notario, un policía y unos sepultureros dejan todo para ir a ver jugar a su equipo favorito de fútbol, y el gran Fidel Pintos interpreta a un escribano fanático de Estudiantes. Más recientemente, en la comedia "Casados con Hijos" (Telefé), se aprovecha el apellido del personaje Dardo (Fucceneco) para homenajear al equipo de Osvaldo Zubeldía.

Película "Somos los mejores" (1968).

Escenas de Estudiantes de La Plata en "Pasión Dominguera" (1970).

¿Cuál Fucceneco? "Casados con Hijos" (Telefé).









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